jueves, 15 de mayo de 2014

Escrito por Nicte G Yuen en , | 8:08 p. m. Sin comentarios


   
El Periodismo en Cajita Feliz



Pocos ciudadanos son los que aún guardan unos pesos para ir al puesto de periódicos a comprar el ejemplar de su elección, y aún más escasos, quienes leen a conciencia los artículos que dicho periódico ofrece al público. Si hablamos de causas por las cuales los porcentajes en los últimos diez años han venido en descenso, tendríamos que hablar de acciones y reacciones en torno al Periodismo, el menos en nuestro país. Y es que, pese a que existe libertad de expresión en México, también contamos con un alto índice de violencia contra los periodistas, principalmente en los Estados más conflictivos de la República: Michoacán, Guerrero, Chiapas o Tamaulipas, por citar algunos.  Víctimas de agresiones, desapariciones e incluso asesinatos, la anteriormente nombrada Libertad de Expresión, comienza a diluirse en la conciencia de muchos. “Poner el dedo en la llaga”, como coloquialmente se dice, necesita pensarse más de dos veces, porque esto podría significar el último reportaje hecho; y es que sacar a la luz pública información que afecta los interés de nuestros funcionarios públicos, o del crimen organizado, hoy es sinónimo de violencia contra el periodista, quien está viendo violentados sus derechos.

Cierto es que en la actualidad, trasmitir la información, se ha vuelto mucho más fácil  que en tiempos pasados; puesto que las redes sociales (facebook, instagram y twitter) proveen al ávido leer de la noticia de manera instantánea, todo al alcance de un dedo en movimiento; también es verdad que la corrupción, el amarillismo y la falta de ética profesional, pululan en el ambiente. El periodista está en medio de una lucha por el poder, el dinero y las posiciones políticas, arrojando resultados alarmantes que nos hablan de una nula objetividad en los diferentes Medios de Comunicación.  Justo ahora, ya entrados en el 2014, la labor del Periodismo, a través de la cual proporcionamos la información de manera objetiva y eficaz, con el fin de trasmitir los hechos ocurridos en el acontecer diario de la sociedad, parece claramente olvidada por muchos. Cada quien dice solo aquello que le conviene decir, un pedazo de la verdad, ya maquillado y vuelto a maquillar.  Los periódicos en el país publican aquello que el gobierno les dice.


Otro aspecto que  ha surgido con la agónica situación en que se encuentra estancado el Periodismo impreso, es el hecho de la falta de trabajo para los periodistas, quienes se han visto forzados a dejar sus trabajos para dedicarse a ser investigadores o profesores. La mayoría de los periódicos cuentan ya con dos tipos de edición, su versión en línea y la impresa; aunque con las bajas ventas, la única edición terminará siendo la virtual. Estos portales informativos, me recuerdan mucho a estas cadenas internacionales de comida rápida, quienes satisfacen las necesidades de sus clientes de manera instantánea, económica y sin valor nutricional, y lo mejor es que los comensales parecen salir satisfechos.  El caso con muchos periodistas, quienes escriben sus artículos  light, radica en el tipo de demanda que se gesta al interior de la sociedad mexicana: rápido, barato y sencillo. Noticias express para saciar el hambre del mexicano, que dicho sea de paso, ocupa los últimos lugares en la cantidad de  libros leídos por año, con tan solo dos.





   

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