lunes, 30 de septiembre de 2013

Escrito por axlmar en , , | 2:14 p. m. Sin comentarios


Esos libros aburridos.



Cuando se es un lector empedernido no se entiende como hay gente que no disfruta de leer tanto como uno mismo.  Y viceversa ellos deben pensar, ¿hay alguna fórmula para que te gusten los libros?

Ya habíamos hablado antes al respecto, el lector por lo general se hace desde pequeño, pero tampoco hay una edad exclusiva, un lector se puede hacer de cualquiera que sepa leer. Como diría una de nuestra maestra, prácticamente cualquiera arriba de los 7 años es un lector potencial, entonces ¿qué sucede?

En la escuela el acercamiento a los libros no es el correcto… “Tienen que leer tal o tal libro en una semana” “me tienen que traer el análisis completo de fulano libro” “Es obligatorio leer este libro si quieren pasar la materia”… y es el gran error que lleva a tener miles de gentes que odie leer.

La lectura tiene que ser por placer, debe gustarte, y al obligarte a leer libros así sea el libro del año, del siglo o de toda la historia humana, ese libro puede no ser para todos.

¿Qué quiero decir con que un libro no es para alguien?

Bueno hay muchos libros en este mundo, que tocan distintos temas, que exploran distintos sentimientos y nos regalan personajes llenos de condición humana, pero así sea un libro aclamado por la crítica, puede que no sea el indicado, ni para empezar a leer y mucho menos para que alguien que no sea lector comience su travesía.

El gran secreto de los lectores empedernido es esa… nosotros leemos libros que son para  nosotros y allí es donde reside la diversión. Pero es algo que con los años vamos perfeccionando y aun así podemos caer en leer un libro que no fue hecho para nosotros.

¿Cómo detectar un libro que no es para ti?

Primero, el libro trata de un tema que difícilmente te interesa… si en lo personal no te gusta la filosofía y escoges un libro de filosofía o incluso una novela, pero que su base sea la filosofía, ese libro comenzarás a odiarlo.

Segundo, el libro está escrito en un lenguaje complicado.  Como dice el refrán no vas a comenzar a correr antes de caminar. Alguien que no es lector, puede encontrarse con muchas palabras que no entiende en un texto, si éstas superan su capacidad va a comenzar a detestar el libro porque tendrá que estar revisando en un diccionario muchas palabras que le detendrán en la lectura y no le dará espacio para disfrutar lo que está leyendo.

Tercero, el libro es demasiado descriptivo. Vivimos en un mundo muy visual, los libros altamente descriptivos son del siglo pasado para atrás. ¿Por qué son distintos? Bueno un libro antes del cine es muy diferente al de después, el describir cuartos, países, plantas y animales se volvió obsoleto porque la gente podía verlos en películas y hoy día incluso en nuestras casas, por medio de internet, mucha gente detesta que les describan demasiado, y ésta es la razón.

Cuarto, el libro ofende tu sensibilidad. Muchas veces alguien nos recomienda un libro y dice que es maravilloso, pero al estarlo leyendo, ofende nuestras creencias, nuestra forma de pensar o incluso nos da asco por situaciones descritas, hay autores que son muy escatológicos, otros que son demasiado irreverentes o que tratan temas de forma muy soez.

Quinto, el libro es demasiado extenso. Para un lector en ciernes, ponerle a leer un libro que es más largo que la biblia, es un gran error, generalmente alguien que va iniciando debe leer libros cortos, para no cansarse. Es como aquel que se pone a dieta, y ve que al paso de los días no baja los mil kilos que le prometieron, se desespera y la deja… de igual manera alguien que apenas comienza a leer, va viendo que la historia no llega al clímax o desenlace pronto, se hartará y lo dejará.

¿Cómo escoger un libro entonces?



Bueno, en general, casi todos conocen a un amigo lector, pedirle a alguien que lea mucho que te haga una recomendación, una persona lectora y más que te conozca, podrá saber tus gustos y te proporcionará títulos sobre temas que podrían interesarte. También todos los libros tienen una sinopsis en la contraportada, puedes ir a una librería o biblioteca y leer esas sinopsis, si alguna despierta tu interés entonces ese es el libro adecuado. Recuerda repasar los puntos mencionados antes para no escoger un libro inadecuado.

Y como última recomendación, si comienzas a leer un libro aunque en un inicio te haya gustado el tema y la sinopsis, pero conforme avanza la lectura lo comienzas a sentir aburrido, entonces déjalo, hay muchos más libros, dejar de leer uno no es un pecado, siempre puedes escoger otros títulos y buscar hasta que encuentres el que sea para ti.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Escrito por axlmar en , , | 3:44 a. m. Sin comentarios


7. Recuerdos.



 
Para año nuevo, me voy sintiendo más y más paranoica, sigo extrañando a aquella madre que nunca tuve, a aquella que me creé con fantasía y recuerdos de alguien más. De quienes sí la conocieron, de quienes le guardan un profundo respeto, de esos que le habrían puesto un altar cual si fuera como esos santos de los templos, y de quienes la recuerdan peor que el mismo diablo. Aún podía escuchar cada vez que la abuela estuviera dispuesta a hablar, en medio de ceños fruncidos y mandíbulas apretadas, lo mala mujer que fue mi madre… lo mal que fue al querer quitarse la vida.

Ella fue originaria de un pueblo, o al menos ese forastero me lo dijo, aunque comenzaba a pensar que no era tan forastero, era ese hombre que había visto como si fuera mi sombra, en cada una de las fiestas y reuniones a las que había asistido. De repente había dejado de verlo, entonces deseaba poder hacerlo ¿estaba loca? ¿Quién podía extrañar a alguien que te ponía los pelos de punta? Porque su aspecto no era lindo, tampoco atractivo de alguna forma. Pero sentía que había perdido algo que nunca tuve realmente.

Cuando le pregunté a mi padre sobre el dichoso pueblo, abrió los ojos y sólo atinó a preguntarme que dónde había escuchado ese nombre. No sabía por qué, pero había evitado decirle del hombre, de esa sombra… Como si sólo yo tuviera derecho sobre ese conocimiento, mi padre me miró y después dijo con esa cara que yo conocía bien, con esa cara repleta de mentiras, tan parecida a la mía. “Es un lugar lejano y sin nada que ver”.

Supe que tal vez tenía razón en una de las dos cosas, tal vez estaba lejano, o tal vez no había nada que ver en ese pueblo, pero para mí la curiosidad crecía, tenía más ganas de verlo aunque fuera un rancho bicecletero, aunque fuera una sola calle polvorienta, porque si lo veía, tal vez obtendría más respuestas, pero así como supe eso, sabía que mi padre estaría en contra, que aquella abuela de labios fruncidos también se opondría a que yo quisiera buscar algo más sobre mí, algo sobre esa mujer que me había acompañado no como debía haberlo hecho sino como ese tipo de leyenda que se cernía sobre ella.

Bajé al sótano de mi casa, busqué entre los cachivaches viejos y oxidados, aquellos olvidados por todos, aquellos que en alguna ocasión fueron parte de nuestra vida diaria, aquellos que fueron importantes en algún punto. Pude observar esos viejos experimentos de ciencias de la escuela ¿por qué mi padre no se había desecho de eso? casi desde un instante eran trastes inservibles, ni siquiera habían funcionado tan bien, pero allí estaban, como en una especie de museo dedicado… a mí. Había prácticamente cada cosa que había tocado. Incluso los zapatos que en su momento tiré a la basura, de alguna manera habían terminado en esa bizarra exposición. Eso me hizo pensar que nunca había bajado a esa parte de la casa.

Busqué durante horas antes de encontrar algo que valiera la pena de ser visto, a mi punto de vista, debíamos de tirar toda esa basura, que sólo estaba allí ocupando espacio. Las cosas interesantes llegaron cuando localicé las cosas de cuando era bebe. La vieja cuna que debí haber utilizado, los juguetes casi hechos hilachas, y un polvoriento álbum de fotografías.

Lo abrí cual si fuera un tesoro, viendo las imágenes amarillentas, casi desvanecidas por los años y la humedad. En cada una de las fotografías podía ver a mi madre riendo, de verdad había tenido una madre, alguien que me había tomado entre sus brazos y quien lucía feliz. ¿Qué había pasado con ella? ¿cómo alguien que parece tener la vida perfecta se quita la vida? ¿De verdad se había quitado la vida?

Las preguntas fueron acumulándose. Y yo seguí hojeando el álbum, las fotos terminaban un poco antes de la boda de mis padres, aunque no veía fotos de una boda formal, no se veía un vestido largo ni pompas o fanfarrias, ¿cómo alguien que poseía prácticamente una mansión no había tenido dinero para una boda decente? Además otra cosa me llamó la atención… no veía una sola foto con alguien de la familia de mi madre.

La última foto se estaba despegando, era de antes de casarse, había algo escrito en la parte trasera. “Tlacocotlpan, donde el tiempo se detuvo y la felicidad empezó”. La cara de mi madre en verdad se parecía a mí. Todos quienes me lo habían dicho estaba en lo cierto. Sin embargo más que el parecido físico me saltó el nombre, era el mismo que me había dicho ese hombre.

Algo dentro de mí, comenzó a revolotear, era la idea de ir a ese lugar, de buscar ese pueblo donde mi madre había crecido, donde el tiempo se detenía… donde su felicidad había comenzado.

Podía irme por mi cuenta, pero no quería hacerlo, sin embargo tampoco quería decirle a mi padre que quería ir, hacerlo se sentía como algún tipo de deslealtad, al mismo tiempo que era algo que quería seguir guardando en secreto.

Para saber llegar, sino podía recurrir a mi padre tenía que hacerlo con ayuda de alguien más, en mi mente sólo me vino esa cara que ya no me era tan desconocida, esa cara de ese hombre, de esa sombra mía que hacía tiempo no veía.

¿Había alguna vez alguien buscado a su victimario? No que aquel hombre me hubiera hecho algo que me considera una víctima, pero en cierta forma era mi sentimiento.  Pero ¿dónde buscarlo? Hasta el momento los encuentros con él habían sido no creo que fortuitos, creo que él me seguía… pero al parecer me seguía todo el tiempo, entonces ¿qué lo había hecho hablarme en esas ocasiones? Acaso había algo en mí que le hacía bajar la guardia. O mejor dicho… él no bajaba la guardia, sino que hacía algún tipo de ataque directo.

¿Cómo se busca una aguja en un pajar? ¿Cómo se encuentra a alguien que quiere estar escondido?

viernes, 27 de septiembre de 2013

La fecundidad de Hécuba y Príamo.

Estos dos troyanos son la reina y rey de Troya (Ilión). Tuvieron infinidad de hijos (en el lenguaje épico es importante la cantidad numérica), muchos pelearon y murieron en la guerra contra los Aqueos. Pero, en este post, nos enfocaremos en 3 solamente: Héctor (primogénito y héroe guerrero), Cassandra (maldecida por Apolo) y Paris (el infame causante del conflicto). 


Época de héroes. 

Es de gran importancia la presencia de héroes en las épicas antiguas. Héctor es el principal guerrero de la ciudad de Ilión. Como personaje, de manera mitológica y narrativa, es sencillo. De él se puede resumir su historia en: hijo primogénito de los reyes de Troya y favorito de sus padres. Casado con Andrómaca (hija del rey de los cilicios). Con un único hijo, que al momento de la guerra aún estaba en brazos de su madre. 

Es un guerrero, tenaz, fuerte, valiente y sanguinario. Sin embargo, desde un comienzo se opuso abiertamente a la guerra. Reclamó a su hermano Paris el rapto de Helena, tragó saliva cuando comprobó que Afrodita auspiciaba el rapto. Aguantó la humillación de que su hermano fuera un pésimo combatiente y llevó hasta las últimas consecuencias su papel de protector de la ciudad. 

Es, al final de cuentas, el arquetipo del guerrero épico. 

Una de las escenas más conmovedoras de la Iliada, Héctor se despide de su mujer y su hijo.

La maldición de Febo Apolo. 

La chica de esta historia, Cassandra, tiene otro tipo de características. Cuando llegó a la edad de casamiento, decidió volverse sacerdotisa de Apolo (algo así como monja en la actualidad). Así, durante los rituales hacia este dios, el Febo terminó enamorándose de ella. Le prometió a su sacerdotisa el don de la profecía si está yacía con él en un acto carnal. En palabras más soeces, le prometió poderes si permitía tener sexo con ella. En un principio Cassandra aceptó; pero arrepentida en el último instante dio una negativa al dios. 

Algo que los griegos aprendieron bien, es que darle una negativa a los dioses acarrea de manera inevitable, grandes consecuencias. Apolo maldijo a Cassandra; "Tendrás el don de la profecía, verás y sabrás lo que ocurrirá, más nadie creerá en tus palabras".

Cassandra se convierte en una profetiza tachada de charlatana. Lo interesante de esta historia es que sus profecías siempre se convierten en realidad, pero nunca creen en sus palabras a pesar de que la anterior visión se cumplió. La maldición de Apolo.

Cassandra; maldecida por Apolo fue considerada una charlatana.


La caída de la ciudad. 

En uno de sus numerosos embarazos, Hécuba recibió una profecía de su habladora hija Cassandra. La criatura llevaba consigo la destrucción de la ciudad. Como la maldición de Apolo dictaba, su madre la mandó a volar por mentirosa. 

El miedo no andaba en Troya, y Hécuba con las palabras de su hija loca en la cabeza, tuvo un sueño donde engendraba a una antorcha que incendiaba la ciudad completa. Dado este sueño, la reina de Troya consultó a un oráculo de confianza. El cual, profetizó lo mismo que su hija. 

Decididos, los reyes abandonaron a su hijo Paris en la naturaleza. Práctica común de los griegos. 

Hay varias versiones de como fue adoptado Paris. Algunos, dicen que fue adoptado y cuidado por un tío, otros que por un consejero real. Mi versión favorita es: el niño fue abandonado a campo abierto, momentos después fue encontrado por un campesino cuya mujer no podía tener hijos, lo adoptaron bautizándolo con el nombre de Alejandro. 

Jucio de Paris; la elección de la más hermosa a base de los regalos prometidos.


Efecto en masa. 

Alejandro se convirtió en un pastor con el porte de un príncipe. Sabía que era diferente, pero eso lo tuvo sin cuidado. Hasta que aparecieron las diosas en busca de su consejo. Eligió a Afrodita como la más bella (y cuyo regalo le convenía más).

Destacaba en la arquería, arma de caza y principal distractor de ocio en el campo. Durante una de las convocatorias a los juegos funerales (que se realizaban cada año) en honor de Paris hijo muerto del rey, Alejandro decidió participar en la sección de arquería. 

Su padres, presenciando su porte y hermosura (todo origen noble, divino, o personaje importante en la épica es hermoso) dudaron de sus ojos y de sus recuerdos. Tras verlo ganar lo convocaron ante ellos. Lo reconocieron como su hijo perdido y, pensando en que en estas nuevas circunstancias la profecía quedaba anulada, lo adoptaron de regreso como hijo legítimo del rey. 

Alejandro Paris, entonces, se une a una procesión diplomática con su hermano Héctor. Viajan a varias ciudades y principalias Aqueas. Incluida entre sus prioridades, Esparta. Es en esta ciudad, donde Afrodita regala a Helena como parte de su pacto con Paris. 


Es, en esta conjunción de circunstancias, donde la tragedia griega tiene su máxima expresión. Las diosas, para mi, son las principales causantes del conflicto. Su vanidad las acarrea a poner a los mortales en precaria situación y al final son las que, con apoyo total de Zeus, crean una de las masacres más grandes de la literatura épica. 

El regalo de una diosa; el amor que ocasionaría millares de muertes. Helena y Paris.


En el último post dedicado a esta obra, hablaré de lo correspondiente a los Aqueos. Espero y lo disfruten.



martes, 24 de septiembre de 2013

Escrito por Nicte G Yuen en , , | 6:59 p. m. Sin comentarios


Los Reyes Católicos


“El trono sería tuyo por derecho, y que la desgracia caiga sobre quien intente arrebatártelo”

Recientemente terminé de leer esta trilogía de la escritora Jean Plaidy, llamada “Los reyes católicos”, que por cierto, ya había acumulado muchas recomendaciones antes de comenzar a leerla. Adquirí los tres ejemplares en la pasada FIL´ 12 aquí en la ciudad de Guadalajara, Jalisco; porque, aquellos que ya la habían leído y que me habían sugerido con efusividad: tienes que leerla, tienes que leerla, pero ya, me habían comentado que una vez abierto el primer libro, uno no podía dejar de leer. Y con tantos amantes de la buena literatura recomendado la trilogía, no deje pasar la oportunidad de un buen descuento por comprar los tres libros; así fue como los traje a casa, los acomodé en mi librero y manos a la lectura. Y ahora en mi turno de recomendar a todos los lectores del libro rojo, que si andan en busca de un buen libro, tres de hecho, están leyendo el artículo correcto.


¿DE QUÉ TRATAN?


¿Los nombres de Isabel la Católica y el rey Fernando les suenan familiares? ¿Quizá el nombre de Cristóbal Colón? ¿Probablemente el descubrimiento de América les recuerde algo? Si ustedes saben mucho, poco o nada sobre ellos, igualmente podrán disfrutar esta saga histórica, centrada en la vida de  los llamados Reyes Católicos, quienes fueron los encargados de instaurar en toda España la religión católica, y de paso la Santa Inquisición.

“Ante una de las ventanas del palacio, una niña de cuatro años permanecía inmóvil, mirado los picos coronados de nieve de las montañas, a lo lejos, sin que la impresionara sin embargo la magnificencia del paisaje, pues estaba pensando en lo que sucedía del lado de adentro de las murallas de granito…”

ü  CASTILLA PARA ISABEL: narra los primeros años de Isabel la católica, su infancia y adolescencia, al cuidado de una madre ambiciosa y desequilibrada, su vida en la corte de su hermano Enrique IV y su ascensión al trono del brazo de Fernando de Aragón.
ü  ESPAÑA PARA SUS SOBERANOS: Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, ascendieron al trono, juntos gobernaron lo que se convertiría en un glorioso imperio. Este segundo volumen narra los primeros años de su reinado, al frente de una España dividida y pobre, invadida por los moros. También entra a escena Cristóbal Colón, un personaje empeñado en cumplir su más grande sueño, descubrir nuevas tierras.
ü  LAS HIJAS DE ESPAÑA: Está última entrega abarca los último años de los reyes católicos ya con una España prospera y unida bajo la bandera de una misma religión. Juntos han alcanzado todas sus metas, solo les resta buscar los mejores matrimonios para sus hijas.


¿QUIÉN ES JEAN PLAIDY?



(1906-1993) Jean Plaidy fue el seudónimo que utilizó Eleanor Alice Burford Hibbert, quien fue autora de más de doscientas novelas históricas. Empezó a escribir a muy temprana edad, escogiendo siempre un seudónimo según la temática de sus libros. . En 1949 publicó su primera novela, desde entonces ha conseguido fama, éxito y millones de lectores devotos de sus historias traducidas a más de veinte idiomas.






Una de las cualidades de esta saga, muy probablemente sea lo que más disfrute, fue leer a unos personajes históricos muy humanos, con los que uno se puede ir identificando, porque van evolucionando y sufriendo y gozando, cometiendo errores, como cualquiera de nosotros.

Espero que les haya interesado esta recomendación, la lectura es muy amena y se avanza con rapidez. Si tienen la oportunidad, lean los reyes católicos. Esperamos sus comentarios.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Escrito por axlmar en , , | 4:11 p. m. 1 Comentario



Escritura aún sin inspiración.



Para nosotros como escritores tenemos muchas facetas, la que todos decimos o nos gusta presumir es cuando escribimos cuando nos llega la inspiración. Pero no todo lo que escribimos es de esa forma.

Estando en un taller de escritura, muchas, pero muchas veces se tiene que escribir sin inspiración, y peor… en algunas ocasiones se tiene que escribir bajó presión. Nos dan fechas límites, una semana para escribir un cuento, una semana para escribir un capítulo, unos días para escribir una poesía.

Difícilmente llamamos a la inspiración cuando estamos contando los minutos que nos quedan para escribir y terminar una consigna. Muchas veces se hace de forma mecánica, escribir por escribir, llenar las hojas, y tratar de crear algo sin tener ese “toque del ángel”, sin que la “musa” llegué a regalarnos ideas.

En lo personal me ha sucedido muchas veces, a diferencia de una idea genial o parte de la historia, lo único que llega a mi cabeza son este tipo de frases: “¿de qué escribo?”  “No tengo idea de que poner”, “no siento que el personaje haga eso”, “creo que no sé cómo llegar a donde quiero”.  Esos son momentos muy frustrantes.

Hay veces que estando en el rush de adrenalina por completar una consigna, la musa se apiade de nosotros y nos llegué un destello de inspiración para poder llenar las páginas, pero hay veces que eso no ocurre.

¿Cuál es el resultado?

Bueno este varia, muchas veces lo que se escribe bajo presión, son cosas que no valen la pena, hemos escrito algo para salir del paso, algo literalmente censurable, algo digno de un bote de basura, sin embargo también me ha sucedido, que algo que escribí a prisas, sin inspiración y sin más motivo que cumplir una consigna, es algo que les gusta a todos… aunque por lo general, algo escrito de esa forma, no es del agrado de los propios autores.

Esto sucede, porque creo que como escritor te guste lo que escribas, tienes que escribir mientras estás a gusto escribiendo, si escribes un drama, tienes que sufrir junto con el protagonista, si escribes miedo, tienes que sentir el temor al estar escribiendo, si escribes romance, tienes que emocionarte. Un escritor transmite lo que siente al momento en que está escribiendo, y para llegar a una emoción no es fácil hacerlo si estás apurado escribiendo. La sensación que darás será de apuro más no quizá la que transmitirías escribiendo con un poco de inspiración.

Por eso es que autores como Vargas Llosa, se implementa la disciplina, escribir todos los días de tal a tal hora, él mismo sabe que no todo lo escrito en esas horas valdrá la pena, pero como dicen, si llega la inspiración que al menos te agarré con la pluma en la mano. Además de que “la práctica hace al maestro”. Una persona que escribe mucho así sea por consignas, escribirá mejor que alguien que nunca lo ha hecho.

Como en todo, esa es la parte que nos quieren enseñar los maestros de talleres, nuestros escritos ideales son aquellos que queremos escribir en medio de una nube de inspiración, junto a la musa y el ángel en nuestras cabezas… pero por desgracia la situación ideal pocas veces se puede lograr.

Escribir bajo presión, es más parecido a nuestros escritos reales, porque incluso los escritores profesionales tienen que cumplir fechas límites, es por eso que esta forma de escribir se convierte en nuestro día a día.

Allí es cuando entiendes lo que se dice “El talento es 1% inspiración y 99% esfuerzo”, los libros aún de los escritores más talentosos, fueron hechos tal vez la idea principal por inspiración, pero el resto del libro escrito bajo presión, por disciplina y en algunas partes tal vez incluso obligación. 

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