Una
vez que se entra al mundo de las letras, siendo mujer, parece una obligación
que tus escritores favoritos sean de tu mismo género, y se llevan una sorpresa
cuando alguien te pregunta sobre recomendaciones y les respondes con una serie
de autores hombres.
El gusto o el deber.
Para
mí ha resultado un problema, tal vez, para un escritor hombre no lo represente
de la misma manera, en mi caso, la mayoría de los escritores que me gustan son
hombres, pero esto es, en medida, porque crecí leyendo a los clásicos. Y con el
entendimiento de que el movimiento feminista tiene un poco más de cien años de
iniciado.
Antes
del siglo pasado, era difícil que se les permitiera a las mujeres estudiar,
mucho menos realizar labores “exclusivas” del género masculino. Aunque bien es
cierto que hay textos antiguos escritos por mujeres, la escritura, al igual que
otras muchas actividades habían sido dominadas por el hombre.
Otro
de los puntos, es que el gusto por la lectura es de cada quien, y que yo como
mujer no debería de ser cuestionada si dentro de mis favoritos no apareciera ni
siquiera una autora, obligar a una persona que por su género sólo guste de
artistas de su propio género, es una discriminación igual, creo que lo que han
buscado con el movimiento feminista, no es la superioridad sino la igualdad en
derechos y la misma libertad, coaccionar esa libertad es un retroceso.
Las primeras escritoras.
Si
hablamos de las autoras clásicas, debo reconocer que sólo conocía a unas
cuantas, las hermanas Brönte, Lois May Alcott y Mary Shelley, además de las
poetas, tampoco era que tuviera una gama impresionante de dónde escoger. Como
ya mencioné en algún momento, a Jane Austen la conocí recientemente.
Durante
mucho tiempo me agrado Lois May Alcott, de hecho, ella fue una de las razones
por las que yo pensé que podría llegar a ser escritora. Y a veces escucho
fuertes críticas sobre los temas tocados superficialmente, por su carácter moralista
y la calidad casi autobiográfica de su obra. Sí, es difícil, las críticas la
despedazan hoy día, sin embargo, ella fue una de las pioneras, si ella no se
hubiera atrevido a escribir en su momento, tal vez, hoy día no habría tantas
mujeres que se dedican a las letras.
De
Jane Austen, dicen lo mismo, desde que no escribía bien, hasta el hecho de que
sólo tocaba temas banales y asuntos ridículos, pero si tenemos en cuenta la
época en la que vivió, podemos entenderla, no sólo a ella, sino a las mujeres y
los problemas típicos por los que pasaban.
Mis autoras favoritas.
Y
sí, aunque en mi lista de favoritos, hay muchos hombres, también hay mujeres, y
mientras más tiempo transcurre, voy descubriendo autoras, algunas que entran
dentro de mi gusto y otras que difícilmente entraran, pero que no me quita la
idea de seguir descubriendo escritoras y de promocionar cuando encuentro una
que considero brillante.
Entre
mis autoras favoritas están Jane Austen, Agatha Christie, Maya Angelou,
Alfonsina Storni, Rosario Castellanos, Margaret Mitchel, Anne Rice, Margartet
Atwood, Rosa Montero, Laura Gallegos Cornelia Funke y JK Rowling. Y deseo que
esta lista se haga más grande.
En
fin, sé que hay más autoras, no todas las mujeres que escriben me gustan, y
tampoco es mi obligación que me gusten, pero siempre apoyaré a las mujeres que
lo hacen, porque repito, la idea no es que me gusten, sino que cada quien
ejerza la libertad de hacer lo que quieren en la vida, y tal vez, en algún
momento el número de escritoras será igual al de escritores que tenga en mi
lista de favoritos.
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