martes, 2 de marzo de 2021

Escrito por axlmar en , , , | 3:05 p. m. Sin comentarios

 



Es raro que un tema te vaya persiguiendo, en mi caso, tengo varios días hablando de esto, por lo que decidí platicarles cómo fue que inicié en mi proceso de escritura.

Desde temprana edad comencé a escribir historias, las primeras que vieron la luz, fueron cuando yo tenía entre once y doce años, escribí unos cuentos, no tengo los originales, porque los escribí a máquina mecánica y se los regalé a una prima mía, pero recuerdo de qué trataban y podría decir que eran malas copias de los cuentos que tanto había leído.

En aquella época me daba mucha pena que otras personas leyeran lo que yo escribía, eso cambió cuando entre al Candymundo, una comunidad de fans de Candy Candy, (les dije que hablaría más de ello). Una serie de circunstancias se reunieron, tenía tiempo libre y una computadora y comencé a escribir un fanfiction (una historia basada en un libro, serie, anime, o película) del anime. Pasé dos años escribiéndolo al final fueron 56 capítulos y un poco más de 350 mil palabras. Durante ese periodo recibía comentarios (la mayoría buenos), y obtuve muchos seguidores. Pero yo me preguntaba, si les gustaba lo que escribía, o les gustaba porque era sobre los personajes de los que los lectores ya eran fans.

El Candymundo, tenía un evento anual (no sé si sigan con esta costumbre), al que llamaban “Guerras Floridas”, donde los fans se dividían en bandos de acuerdo al personaje a quien apoyaban…algo así como Team Edward o Team Jacob, Team Godzilla o Team Kingkong. Y durante el mes de abril, los grupos defendían a su personaje favorito por medio de canciones, dibujos, ensayos, poesías y fanfictions. Este evento hizo que desatara mi creatividad y participé varios años seguidos.

Yo sentía que mis textos eran buenos, pero no estaba segura, y fue en medio de estas guerras que yo entré a Sogem, porque deseaba saber más, deseaba saber si mi escritura era buena. En Sogem obtuve validación como escritora, así como conocimiento de técnicas y me presentaron autores y libros que yo desconocía y fue un proceso, que hasta la fecha sigo tratando de incrementar mi acervo literario.

Mi participación en el Candymundo, terminaron por muchas razones, algunas dicen que el ambiente se había tornado muy tóxico, tal vez, tengan razón. En mi caso, fue en parte falta de tiempo, por otra parte, deseaba empezar a escribir cosas propias, donde no tuviera que usar personajes o basarme en una historia que alguien más había creado. No obstante, siempre estaré agradecida de ese periodo, conseguí amigas increíbles y al mismo tiempo, me dieron el empujón que yo necesitaba para que se me quitara la pena de que alguien más leyera mis textos.

Mientras tanto en la escuela tuve la fortuna de salir en tres las publicaciones, que me animó a comenzar a escribir aquí en el Libro Rojo, y más adelante en el grupo literario Literoblastos, donde hemos publicado ya tres antologías de cuentos.

El proceso ha sido largo y, a veces, exigente, las dudas siempre te persiguen, ¿soy lo suficientemente buena? ¿No estaré perdiendo el tiempo? Pero quiero pensar, que si algo te hace feliz y te da bienestar, entonces no es pérdida de tiempo y que si los premios o el reconocimiento nunca llega, al menos me quedara la satisfacción de que cumplí un deseo y no hay nada más gratificante que saber que no te quedaste de brazos cruzados, que venciste el miedo y luchaste por algo que querías.

Cada proceso de inicio es distinto y cada escritor tiene sus propias anécdotas… el mío fue éste.

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