A
casi un mes de la Fil,
Han
pasado veinte días desde que terminó la trigésimo segunda edición de la FIL
Guadalajara, como era de esperarse, hubo editoriales, libros, autores,
presentaciones, conferencias y artistas que provenían del país invitado, tal
cual sucede cada año, la FIL estuvo repleta de personas que la visitaron.
Debo
admitir, que por primera vez tuve la oportunidad de ir, gracias al “Libro Rojo”,
ya que obtuvimos pases de prensa, así que les quiero platicar de esa
experiencia.
El pase
de prensa, al igual que el gafete de profesional que vende la FIL, realmente da
muchas ventajas.
¿Qué son los profesionales?
En
la FIL, aunque bien es un evento para el público en general, su principal
objetivo son los tratos entre profesionales, es decir entre los libreros,
editoriales, agentes literarios y autores. Estos tienen acceso libre los días
lunes, martes y miércoles, en un horario de 9 a 17 horas, que es cuando dejan
entrar al público en general.
En
esos tres días, la gente dedicada al ámbito editorial, hacen conferencias,
talleres y abren sus espacios para hacer transacciones. En lo particular,
encontré la experiencia maravillosa, poder caminar por los pasillos, cual si
fuera Elsa (de la película de Frozen) cantando “Libre soy… libre soy”, porque
en efecto es la sensación que da un poco surreal al entrar a una FIL sin
pasillos atascados, señoras que te avienten las carriolas, estudiantes interrumpiendo
el paso y gente amontonada en los stands, que para acabarla ni siquiera compran
libros.
De hecho yo aproveché para mis compras compulsivas, adelanté la compras navideñas, ya que yo cada año regalo libros a mis sobrinos, en efecto, soy la tía ñoña que regala libros. Pero además tomé ventaja de los descuentos que había por toda la FIL, repito todavía estoy maravillada.
La FIL 2018
Algo
que me llamó la atención este año es que, en casi todos los stands, estaban
colocados letreros con advertencias para los que roban libros. Uno pensaría que
la gente que lee no roba, pero al parecer no es el caso, lo que hace lamentable
que tengan que poner ese tipo de avisos.
Lo
que más me gustó, aparte de la presentación de nuestro libro, lo sé, me gana el
sentimentalismo, fue la conferencia magna que tuvo lugar el día domingo 25 de
noviembre, en la que asistió Orham Pamuk, premio nobel de literatura, lo acompañó
Jorge Volpi, ganador del premio Alfaguara de este año.
Orham,
me resultó muy divertido, contó sobre sus experiencias en la escritura, sobre
las típicas preguntas que le hacen todos y sobre sus libros. Fue una
conferencia agradable que duró un poco más de una hora.
Algo
que también sucedió es que este año hubo un día feriado en medio de la FIL, lo
que
hizo que la gente se aglutinara de forma impresionante, el sábado primero,
hubo casi tanto público como es normal el día de la venta nocturna que siempre
es el día viernes, pero en esta ocasión, el sábado había tanta gente que era
casi imposible caminar por los pasillos. Aun así, se veían muchas familias,
algo agradable a la vista, pues en un país que no lee, con este tipo de eventos
puedes tener esperanza de que en futuras generaciones habrá más lectores.
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