El curioso incidente del perro a media noche; es un libro del literato británico Mark Haddon. El texto, como su título lo indica, es bastante curioso, como su protagonista.
"Me llamo Christopher John Francis Boone. Me sé todos los países del mundo y sus capitales y todos los números primos hasta el 7,507. Hace ocho años cuando conocí a Siobhan, me enseñó este dibujo :( y supe que significaba triste..."
Así es como se presenta el protagonista de este diario, sí, el libro está escrito en forma de diario. No es un secreto, Christopher es un autista. Tiene 15 años, es brillante en la absorción de datos y un diestro de las matemáticas más elevadas. Sin embargo, su habilidad para la interacción social, para la empatía y para los sentimientos en general, se remite a ... :) feliz... :( triste.
Algo ocurrió en la vida de Chris; el perro de una de sus vecinas ha aparecido asesinado por un horcón. El chico, insomne perpetuo, decide iniciar un diario debido a una tarea de la escuela, y además ese diario trata sobre sus averiguaciones acerca de "¿quién mato al perro "Wellington"?
He escuchado críticas de profesionales psicólogos acerca de este libro, acerca de su "verosimilitud". De eso no puedo estar 100% seguro. De lo que sí estoy seguro, es que la narrativa me llevó a creer que el joven que escribe el diario es, en efecto, un autista.
Los capítulos no llevan la enumeración convencional, son números primos (los números favoritos de Chris), así el libro inicia con el 2, sigue el 3, 5, 7... etc. La única parte emocional que deja ver Chris, es en su "método" para saber si el día sera muy bueno, bueno, regular, malo o muy malo. Dependiendo el número de carros de color rojo que vea camino a la escuela, menos el número de carros de color amarillo, el sabrá si el día será bueno o malo. Bastante arbitrario, supersticioso, ridículo, humano.
Los capítulos intercalan entre el caso del perro de medianoche y la vida personal de Chris. Así, narrativamente, nosotros lectores avanzamos a un ritmo interesante. El conflicto principal de quién mató al perro, y la segunda instancia de "¿cómo vive Chris?" (que resulta más bien en un "¿cómo ve el mundo un niño autista?" )
Esta es la parte que es más interesante. Haddon logró que sintiera una empatía desmedida por Chris. Autista y genio como es, la falta de tacto en lo social hace que pierda de vista obviedades sentimentales, lenguaje corporal etc. Así, nosotros lectores sabemos, por ejemplo, cuando alguien está enojado o triste. Para Chris eso no tiene importancia, sin embargo tiene que lidiar con las consecuencias.
Los giros en la trama son más bien "descubrimientos" tanto en el caso del perro como en el caso de la vida personal de Chris. Esta historia es conmovedora por su trato al personaje, al cómo se integra un joven autista a la sociedad y deja al final un sabor de boca socialmente interesante. "¿Qué tanto hace mi sociedad para integrar personas de capacidades diferentes?" y aún más certera "¿Puedo sentir verdadera empatía ante las necesidades de dichas personas?"
Este libro es una pequeña ventana a ese mundo. Lo recomiendo ampliamente.
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