Capítulo 5
Continuación…
Las luces del medio día explotando sobre el polvo del
camino.
-¡Soy el único! ¡Soy el mejor! ¡Soy el más chingón rompe
cuellos de este malnacido pueblo! ¡Todos por aquí necesitan a la muerte misma!
¡Hasta el jodido del Alcalde! Pinches hipócritas lame pisos, ninguno falla a la misa del padrecito… Ninguno…
Pinches cabrones hipócritas, me miran como… Como… Pero yo soy el mejor, todos
se cuadran ante mí, ahuevo.
“El Lince” tomó la carreta que atraviesa, serpenteante,
aquel bosque invadido de pinos. Al interior de tan destartalada camioneta, el
potente estallido de una guitarra, hizo vibrar los vidrios polarizados, al
mismo ritmo que las palpitaciones de su corazón, el cual estaba revestido de su
viejo tatuaje de la Santa Muerte.
-Rodrigo Caballes… ¿Quién lo diría? Hasta el puto del
alcalde viene a mí.
Sacó una lata de un costado de su asiento, la destapó
aún con el sabor de los cartílagos del pollo entre las muelas. El amarillento
líquido le escurrió por la barbilla y el cuello, hasta empaparle la camisa.
Sacó su lengua perforada desde hacía cinco años, para lamerse las orillas
cuarteadas de sus labios; introduciéndose en la boca el sabor oscuro de la
cerveza.
-¡Me siento tremendamente excitado! ¡Lo haré! ¡Rápido,
demasiado!
Comenzó a canturrear su canción, la misma que sonaba
cada vez que lo hacía, el mismo estribillo que le venía bien con la emoción que
embargaba su cuerpo, sus células, sus fibras amantes de la acción de romper
cuellos, ya no de las gallinas, sino de sus “elegidos”, sus bien remunerados “elegidos”.
Arrojó por la ventanilla de la camioneta la lata ahora
vacía de su cerveza. Un par de metros más adelante se estacionó, bajo una
farola descompuesta y grafiteada, apagó la potencia de la guitarra y la voz del
intérprete. Se lamió y relamió los labios, saboreando los últimos vestigios de
los huesos del pollo.
-¡”El Lince” está listo! – murmuró echándose las
llaves de la camioneta en el bolsillo trasero de su pantalón - ¡Te mataré mi
estimado!
ESPERO QUE ESTÉN DISFRUTANDO DE LA NOVELETA, DESEAMOS LEER SUS COMENTARIOS PARA SABER QUE LES HA PARECIDO LA HISTORIA HASTA ESTE ÚLTIMO CAPÍTULO.
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