La catarsis del escritor.
Escribir es maravilloso;
aunque muchas personas no se consideren escritores y que tal vez no tengan ese
algo que se necesita para escribir ficción. Todas y cada una de las personas que han aprendido a leer y
a escribir, pueden hacerlo. En cualquier momento pueden tomar un lápiz y
escribir sobre un papel, lo que piensan, lo que van a hacer, lo que van a
comprar.
Pero si esas personas
supieran el valor de las palabras, y más aún de las palabras escritas, se tomarían
unos minutos diarios para hacerlo.
Escribir es liberador, es
dejar emociones, sufrir y reír al hacerlo. No por nada una de las prácticas más
usadas entre los psicólogos es la poner a escribir un diario o una carta a sus
pacientes. ¿Por qué? Porque al hacerlo estás dejando ir emociones que te dañan,
no con eso quiere decir cosas malas. a veces es el mismo amor. Hay ocasiones en
que se ama tanto a alguien que si no lo sacas sientes que te asfixias. Pues es
igual. El amor, la alegría, el sufrimiento, todo aquello que nos hace humanos
lo podemos dejar plasmado en una hoja de papel.
La gente duda del poder
curativo de escribir, pero en verdad es algo que calma. Puedes estar de repente
muy enojado con alguien, pero si en vez
de soltar todo lo que piensas directamente lo escribes verás que al hacerlo
tienes que ordenar las ideas, que el enojo puede ser algo sin sentido, que las
cosas no son como inicialmente las concebimos.
Sucede igual con el dolor,
al escribir algo doloroso, en el momento puede tal vez incluso doler más, pero
una vez escrito, lo lees y puedes tener otra perspectiva de lo que sucede.
No sé si hayan visto o leído
“Harry Potter” , pero en la saga, aparece un elemento “El pensadero” ¿qué es
eso? Es un objeto donde los magos pueden colocar sus pensamientos. Y después
hundirse o adentrarse en ellos… la explicación que da Dumbledore (dueño del
pensadero) es que cuando vez los pensamientos desde otra perspectiva le quitas los
prejuicios y ves las cosas más objetivamente… Así tal cual, es escribir de
forma catártica.
Pone en un papel los
sentimientos de culpa, de dolor, de alegría o de amor… en general cualquier
sentimiento que alberguemos en nuestro ser. Lo vemos con una visión distinta, y
puede sanar eso que nos molesta.
Por allí dice uno de
nuestros maestros… por eso los
escritores no necesitamos psicólogos… escribir es nuestra propia terapia. Y
tiene mucha razón, todos los escritores
ponemos algo nuestro en lo que escribimos, al hacerlo nos libramos de aquello
que nos ata, de aquello que nos causa culpa, de aquello que nos parece hermoso,
en verdad nos hace seres más libres. Desgraciadamente como todos buenos artistas
somos más sensibles a las emociones humanas y rápidamente nos volvemos a
llenar.
Sin embargo por más llenos
que estemos siempre tenemos la escritura para sanar. Si aún no me creen, tomen
una pluma, escriban y siéntanse libres de aquello que les daña. Porque escribir
como catarsis es mejor que cualquier medicina para alma.
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