Esas palabras olvidadas.
Hace casi dos meses que
comencé a dar clases de español avanzado, donde además de ver cuestiones
gramaticales simples, nos vamos adentrando en la ortografía… una de las partes
importantes del curso es enseñarle a los alumnos a exponer sus ideas con
claridad y sin dejar atrás algo que muchos no toman en serio, que es la
ortografía.
Escombrando uno de los
cuartos de mi casa, bien denominado por mi madre “el cuarto del terror”, nos
encontramos una caja llena de libros, al ir revisando los títulos hallé un
ejemplar de ortografía, podría decirse que el libro es viejo, ya que data de
1968, para muchos una antigüedad, aunque sea del siglo pasado.
Yo suelo jactarme de buena
ortografía, pero al estar leyendo el libro pude percatarme de muchas reglas
ortográficas que desconocía. Así como averiguar el porqué del uso de las
consonantes que parece tienen el mismo sonido, como es la “b” y la “v”.
Tomando algunos ejercicios
de este libro, noté algo que en parte me entristeció. Algunas palabras o mejor
dicho muchas de las palabras que allí aparecen, son palabras que no conocía,
palabras que ni siquiera una sola vez había visto escritas en un libro.
Cuando trabajaba con gente
de China, ellos me decían… “no es difícil el chino, difícil el español”… ellos
alegaban que una persona en China con 600 hanjas (símbolos chinos) puedes
comunicarte y leer libros, que el idioma chino está formado por alrededor de
15,000 hanjas y que sólo los eruditos llegan al manejo de 3000 o más de ellos.
Por su parte en español, en
una encuesta realizada hace cinco años decía que el mexicano común utilizaba
600 palabras en su vida diaria… si tomamos en cuenta de que cada vez utilizamos
menos palabras es probable que esa cifra en cinco años haya disminuido.
Sin embargo a diferencia del
chino, en español tenemos aproximadamente 280,000 palabras, en proporción el
conocimiento de nuestra propia lengua es muy reducido, al punto de la
vergüenza. Y en ese caso… aunque quisiera que fuera lo contrario, los chinos
tenían razón, por el número de palabras si debe ser más difícil.
Y volviendo a las clases,
para hacer dictado a mis alumnos, allí estaba tratando de dejar solo las palabras que
según yo conocerían… sin embargo, en más de una ocasión los alumnos me miraron
con esa cara de WTF! y entonces tuve que decirles lo que la palabra
significaba.
Es un dato alarmante, y
doloroso al mismo tiempo, saber que en nuestra vida diaria dejamos a un lado
más 279,000 palabras, esas que en algún momento fueron utilizadas por muchas
personas al grado que entraron al diccionario de la RAE.
Vuelvo a repetir, a este
paso vamos que volamos a que el panorama distópico de Wells está por cumplirse…
Como maestra trató de que
utilicen el mayor número de palabras, pero entonces después me pregunto… ¿de
qué sirve aprenderse tantas palabras, si cuando te comuniques con ellas nadie te
entenderá?
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