Drácula es un clásico obligado tanto para quienes aman a los vampiros, como lo es una servidora, tanto para quienes lo suyo no son los monstruos; pero que sí gozan de las buenas historias y los personajes memorables, bien construidos. Publicado en 1897 y escrito por Bram Stoker, esta obra de la literatura universal fue escrita de forma epistolar, lo cual consiste en contar la historia a través de una serie de documentos, principalmente algunas cartas y los diarios de los protagonistas; presentando temas como el papel de la mujer en la época victoriana, la sexualidad y el folklore vampírico, convirtiendo al conde Drácula en el vampiro más famoso de todos los tiempos.
¿DE QUÉ TRATA DRÁCULA?
Jonathan Harker, un joven abogado inglés de Londres comprometido con Wilhemina Murray (Mina) se encuentra en la ciudad de Bistritz y debe viajar a través del desfiladero del Borgo hasta el remoto castillo del conde Drácula, en los Montes Cárpatos de Transilvania, una de las regiones más lejanas de la Hungría de esa época, para cerrar unas ventas con él. Convirtiéndose durante un breve período de tiempo en huésped del conde, el joven inglés va descubriendo que la personalidad de Drácula es, cuanto menos, extraña: no se refleja en los espejos, no come nunca en su presencia y hace vida nocturna. Poco a poco va descubriendo que es un ser despreciable, ruin y despiadado que acabará convirtiéndole en un rehén en el propio castillo. En el mismo también viven tres jóvenes y bellas vampiresas que una noche seducen a Jonathan y están a punto de chuparle la sangre, cosa que evita la interrupción del conde. Para evitarlo, Drácula les entrega un niño que ha secuestrado para que se beban su sangre. La madre del bebé no tarda en llegar al castillo para reclamarlo, pero el conde ordena a los lobos que la devoren. Teniendo al joven Jonathan Harker prisionero en su castillo, el Conde decide viajar a Londres, pero ha de hacerlo metido en una caja con tierra de Transilvania, ya que debe descansar en la tierra sagrada de su patria. Para alcanzar su destino, debe viajar en carruaje hasta un puerto cercano al estrecho del Bósforo, y desde allí proseguir en barco desde Varna hasta Whitby, en la costa de Inglaterra, atravesando el estrecho de los Dardanelos. Al mismo tiempo, para encontrar un poco de descanso, la joven Mina Murray decide pasar una temporada veraniega con su amiga íntima de infancia Lucy Westenra en la casa solariega que esta posee en Whitby, en la costa de Yorkshire. Lucy es una hermosa joven de clase acomodada que vive en una lujosa mansión junto a su madre viuda, la señora Westenra. Lucy padece de sonambulismo y Drácula se aprovecha de ello para chuparle la sangre por primera vez en el cementerio de Whitby, hecho sangriento del cual Mina es testigo; en este episodio recoge a Lucy y la lleva de vuelta a su casa.
Ahora bien, pasemos a la precuela, Drácula, el origen, (Dracul) publicada en 2018, y coescrita por Dacre Stoker y J. D. Barker. Esta novela llegó a mis manos gracias a que una amiga, amablemente confió en mí y me prestó su ejemplar autografiado por el mismísimo Drace Stoker (quien tuviera ese privilegio, la verdad). Yo tenía tiempo queriendo comprarlo; pero como ya tenemos meses en cuarentena, y seguimos en casa para que la pandemia y el coronavirus no nos alcancé; todo está vuelto un caos, así que no había podido hacerlo. Amé esta historia desde la primera página, donde podemos encontrar la dedicatoria: “Para todos aquellos que saben que los monstruos existen”, hasta el último aliento con que uno cierra el libro. No me decepcionó en ningún momento, lo cual me sorprende gratamente.
“Tengo la plena convicción de que los sucesos aquí descritos acontecieron realmente, no cabe la más mínima duda, por increíbles e incomprensibles que puedan parecer a primera vista”
Bram Stoker, Drácula
Extraído del prefacio original descubierto recientemente, eliminado antes de su publicación.
Sigamos con un poco de historia, cuando nuestro querido Bram Stoker llevó la novela a su editor en Londres, la ciudad estaba recuperándose del caos infernal dejado por los asesinatos de Jack, el destripador, y las personas estaban muy susceptibles; así que se le pidió realizará algunos cambios, los cuales consistieron en la eliminación de aquellas páginas con escenas demasiado aterradoras, e incluso modificar el final del conde (que no daría por conocer el final original que el autor tenía en mente), y el título de la obra paso de llamarse El no muerto, a Drácula. Obviamente, Bram accedió, pues lo que más deseaba era que la historia viera la luz.
¿DE QUÉ TRATA DRÁCULA, EL ORIGEN?
SINOPSIS:
Bram Stoker es un niño enfermizo que apenas sale de casa. Una noche, la fiebre que lo asalta casi a diario lo lleva a las puertas de la muerte, pero su niñera Ellen Crone, echa a todo el mundo de la habitación del pequeño y, utilizando medios que nadie conoce, logra salvarlo. Ya recuperado, Bram y su hermana Matilda necesitan averiguar lo qué paso aquella noche y deciden vigilar de cerca a su nana Ellen. Pero justo cuando descubren cosas realmente extrañas, la niñera desaparece de forma misteriosa... Obsesionados con ella, quince años más tarde los hermanos se reúnen de nuevo para encontrarla.
“Matilda y yo saltamos de la cama y echamos a correr por el pasillo. Oí el grito ahogado de Ma cuando pasé corriendo a su lado: me miraba fijamente, la rapidez con la que me movía. Llegué a la puerta de la habitación de Nana Ellen antes que Matilda y me quedé mirando...
Drácula, el origen
Esta historia, dividida en tres partes, juega con la realidad y la ficción, haciendo uso de la misma técnica epistolar que uso Bram Stoker para su novela de Drácula, esto es, alternando los diarios del propio Bram, los de su hermana Matilda y su hermano Thornely, con telegramas, recortes de prensa y las notas de Arminius Vámbery (personaje que realmente existió y en el cual se basó Stoker para crear al personaje de Van Helsing). El inicio de la novela me parece muy bueno, pues logra el propósito de atrapar al lector y mantenerlo en suspenso a lo largo de cientos de páginas (la edición en español tiene 567 páginas); de hecho, la primera parte (hasta la página 140) fue mi favorita, amé a ese Bram de siete años y la relación que tiene con su nana Ellen, y todo el misterio que los rodea. Me parece que la trama y los personajes son bastante creíbles, manteniendo la esencia de ese Drácula de 1897 y teniendo una esencia propia al mismo tiempo; creo que uno de los mayores temores con que uno entra a este libro, es justamente que termine siendo una vergüenza, y que provoqué que nuestro querido Bram se retuerza en su tumba (bueno, como fue incinerado, no podría retorcerse, pero ustedes entienden el punto). Al final del libro podrán encontrar la Nota de los autores, para seguir profundizando en este universo vampírico creado por Stoker, toda una joyita que uno como lector agradece.
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