La Música y el Arte de Escribir
¿Qué sería del escritor sin un poco de buena música?
¡Ah, no quiero ni imaginarlo!
¡A B U R R I D O! ¡G R I S! ¡I N
S I P I D O!
He escuchado a muchos escritores mencionar, que su
preferida es la música clásica, al momento de volcar toda su creatividad en la
hoja en blanco: Frédéric Chopin, Johan Christian Bach, Ludwig Van Beethoven. Señalan que la inspiración
se les desborda al ritmo del piano, del violín o del chelo. Las palabras
comienzan a reagruparse formando poderosas frases, la magia comienza, el
hechizo es infalible, dos de las bellas artes, la literatura y la música.
En lo personal, a esta escritora, con gustos un poco más
oscuros, la música clásica me acompaña
en otros momentos de mi vida; pero no cuando es tiempo de escribir, porque lo
mío, lo mío, es el heavy metal. Sentarme frente a la computadora implica antes
que nada, programar una abundante lista de buenas rolas metaleras, al ritmo de
Mago de Oz, Saratoga o Stravaganzza, todas ellas bandas importadas de España.
Poemas, cuentos o novelas, incluso los artículos que escribo
para este blog el libro rojo, todos
ellos se han escrito al ritmo de potentes solos de guitarra, agudos que cortan
el aliento y bellas letras aderezadas con ropajes negros. ¿Por qué prefiero el metal sobre otros estilos
musicales? Sencillo, porque me trasmiten esta sensación de tener un huracán
dentro de mi cuerpo, ráfagas de viento que se me escapan por los poros de mi
piel; un terremoto que desintegra hasta el último trozo de pesimismo y malas
vibras. Como si todos los fenómenos de
la naturaleza se hubiesen fusionado, transformándose en instrumentos musicales,
en la voz del intérprete, en la autoría de dichas canciones. Y adoro sentir
semejante furia en mi interior. Definitivamente, no podría escribir de otra
manera, no sería yo misma.
La música, sea heavy metal, rock, pop, new age, clásica, hip
hop u otros, está presente en los instantes más importantes de nuestras vidas;
cuando tenemos un gran día, cuando perdemos un amor, cuando fracasamos, cuando
enfermamos, cuando ganamos una batalla, cuando nos graduamos. Siempre está
arropándonos. Es una fiel compañera, darle play,
subir el volumen, mover el cuerpo, cantar, gritar, desbordarse.
¿A ustedes qué tipo de canciones les atraen más?
¿En qué momentos de sus vidas una buena rola ha estado allí?
¿Qué sensaciones despierta
en su ser su melodía preferida?
¡Estamos esperando sus
comentarios!
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