¿Encuentro con la cultura?
Una vez al año, cada año en
Guadalajara, hay una fiesta especial para todos aquellos que amamos los libros,
que amamos la cultura y la literatura. Una fiesta que en lo personal espero con
ansias, veo las conferencias a las que quiero ir, preparo tiempo para asistir a
ellas y dinero para comprar aquellos libros que me llamen la atención.
Sí, es una fiesta
maravillosa para aquellos que el resto del año somos ignorados por el gobierno,
aquellos alienados de la sociedad, que nos ven con cara rara cuando decimos que
nos gusta leer, cuando decimos que tal o tal libro es mejor que una película,
como diría mi hermana es nuestro espacio, en donde somos libres… o al menos
hasta este año.
El día antes de la
inauguración de la FIL comenzaron los anuncios… calles cerradas, las entradas y
el perímetro de la Expo Guadalajara rodeada de militares, avisos de que para a
asistir ese primer día tenías que tomarte tiempo para la entrada porque
cerrarían las puertas de la FIL de tal a tal hora… algo nunca antes visto.
La pregunta del porqué no se
hizo esperar, ¿por qué en está ocasión estaba sucediendo eso? La respuesta fue
simple: viene Shimon Peres, presidente de Israel. Y entonces entran otras
cuestiones… ¿por qué ahora sí? No es el primer presidente que visita la FIL, políticos,
diplomáticos y figuras públicas acuden constantemente a este evento, ¿por qué
nunca antes se había hecho eso, que amerita que ahora si se haga? ¿qué eso no
demerita a las demás personas públicas que han venido? En fin…
El aspecto de seguridad fue
el tema, yo aun así pensaba que las cosas acababan con el cierre de calles,
pero cual va siendo mi sorpresa que para entrar sólo abrieron uno de los dos
estacionamientos y sólo una entrada para tanta gente, la fila era
impresionantemente larga y lo que normalmente te lleva unos diez minutos fue de
40 minutos a una hora de espera para poder accesar a las instalaciones, esto
fue porque al entrar había unos cinco arcos para detección de metales, estaban
revisando bolsas y pertenencias a cada persona que ingresaba al recinto
haciendo el ingreso tardado, engorroso y un tanto humillante.
Una vez dentro, todavía nos
llevamos otra desagradable sorpresa, el pabellón del país invitado, en esta
ocasión Israel, estaba bloqueado, no sólo para el paso sino para la vista, ya
que pusieron un muro de paneles para que nadie pudiera entrar.
Pero si las cosas fueron así
para los ciudadanos que cada año se dan cita para celebrar los libros, fue
todavía peor para los profesionales, es decir para aquellos que se dedican a la
edición de libros, compra y venta, escritores, editoriales, impresores y
traductores.
Editores nos cuentan que fue
algo indignante sumándole lo tardado así como lo engorroso, ya que revisaron
caja por caja de los libros que ingresaron a la expo, algo que no se había
realizado en los anteriores 26 años que tiene de vida este evento.
Que la inauguración del
pabellón fue exclusivo para la comunidad judía, no se le dio ingreso a nadie,
ni a los invitados especiales, algunos de ellos que se trasladaron desde países
lejanos para estar en el evento, entre los que se encuentran como cada año,
dueños de editoriales, algunos escritores o reporteros.
Dentro de la FIL también
este año los canales de televisión que cubren la feria, se les negó la entrada
y no están ahora allí…
Bloquearon las señales de
celular, estando dentro de la FIL no se puede hacer llamadas porque los militares llevaban un dispositivo para
hacerlo, alegando que “hay bombas que se pueden accionar a control remoto por
medio de un teléfono celular”.
Y la lista de quejas
continúa. Los aspectos de seguridad que nos quieren vender que es “por nuestro
propio bien” es sólo un despliegue para rendirle pleitesía a un gobernante, lo
que regresa a mi mente, ¿qué tiene de especial él? Además de que malamente se
le dio el Nobel de la paz (1994), siendo que Israel tiene guerra declarada con
más de 28 países. Muy pacífico ha de ser ese señor que entra en la paranoia de
exigir un despliegue militar, policiaco y de seguridad peor que el de los
aeropuertos. Y que de forma errónea la administración de la FIL accedió a tales
exigencias, cuando nunca antes se había necesitado.
En 26 años, jamás han
ocurrido eventos violentos, ni amenazas de bombas ni aun cuando han ido
candidatos a la presidencia en medio de un ambiente político caldeado, que
hemos tenido visita de reyes y príncipes, de Cancilleres, Diplomáticos y
bastantes premios Nobel. ¿Por qué ahora con este señor se hizo? No era
justificable de ninguna manera, por rendirle honores a este señor, se atropellaron
los derechos civiles de todos los ciudadanos que cada año nos damos cita en
este evento.
Mal, una mala nota, no puedo
hablar positivamente de un comité de organización que le dio preferencia a este
sólo hombre, cuando millones de personas entre ellos otros igual de importantes
ya han venido a visitar las ediciones pasadas y nunca se había hecho algo tan
exagerado como lo de este año, que cae en lo ridículo y paranoico.
Pero como dice mi hermana, a
pesar de eso, a pesar de tantos atropellos, los fieles lectores, los que
sufrimos todo el año, trataremos de disfrutar de esta que es NUESTRA fiesta. Es
un evento para lectores, para escritores, para editores, para todos aquellos
que representan la parte intelectual de un país, aquellos que te dirán lo malo
de las guerras, que están en contra de la violencia, que defienden los temas de
justicia y de tolerancia, cosa que este año parecen haber olvidado… así es
señores de la FIL, no es una fiesta para políticos, si querían fiesta para
ellos debieron acudir a Gobernación no a un evento Cultural… repito la FIL siempre había sido un evento Cultural, donde
tal vez de repente se veían temas políticos, pero que al fin de cuentas siempre
la literatura, los libros y la cultura era el tema principal. Muy mal que los organizadores se hayan
prestado a hacer de este evento uno político, religioso y de seguridad.
Sólo espero, y lo espero con
toda mi alma, que sea un suceso de debut y despedida, que nunca más vuelva a
pasar por esta situación… porque lamento decirlo, pero eso sería el comienzo
del final de algo que es maravilloso.
Aquí les dejo también este artículo que habla sobre el porque Israel no debió ser invitado de honor de un evento como la FIL, "Israel, Indigno invitado a la FIL"
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