Carmilla
En esta ocasión toca el turno de hablar de un cuento clásico
de vampiros, escrito por Sheridan Le Fanu: Carmilla. Después de leer Drácula de
Stoker y quedar fascinada con el universo vampírico, compré una antología que
recopilaba “los mejores cuentos de vampiros”; ahí descubrí por primera vez esta
singular historia, donde los personajes principales son mujeres. Y para todos
aquellos que aún no se han dado la oportunidad de leer este cuento, aquí les va
una probadita:
La muchacha
estaba desfallecida, pero ciertamente no estaba muerta. Mi padre, que a veces
presumía de médico, presionó con sus dedos el cuello de la chica y aseguró que
el pulso era perfectamente detectable aunque un poco débil e irregular…
¿DE QUÉ
TRATA EL CUENTO?
Laura es una joven que vive con su padre y unos criados
en un antiguo castillo en las lejanías de Estiria (Austria). A menudo, recuerda
que cuando era una niña y estaba dormida en los brazos de una joven y se
despertaba al sentir dos agujas en su cuello. Su vida da un giro cuando,
delante del castillo donde viven, un carruaje sufre un accidente y la dama y su
hija, que viajaban en él, se instalan en el castillo hasta que puedan
emprender, de nuevo, el viaje. Laura y la joven, Carmilla, traban amistad, a pesar
de que la nueva inquilina muestra rarezas en su comportamiento: se despierta
después de mediodía y se encierra en su cuarto sin dar señales de estar en él.
La historia muestra muchas
características del terror gótico y resalta el estereotipo popular del vampiro
y la perplejidad de los personajes frente a los sucesos sobrenaturales, y la
aumenta hasta convertirse en éxtasis y terror a la vez. También se debe destacar
que la sutil influencia de contenido erótico que se relaciona con los vampiros,
es de carácter lésbico; Sheridan Le Fanu tomó ese tema, un tabú para la época,
pero supo cómo plantearlo de tal forma que el lector de la época se fuera
acercando al tema.
¿POR QUÉ
ES CONSIDERADO UN CLÁSICO?
Yo diría por casi nada, veamos, casi todos los relatos de
vampiros tienen la estructura básica de Carmilla, empezando por la parte de
“ataque” pasando a “muerte – resurrección” por parte del vampiro, y finalmente
a la parte de “caza – destrucción” donde la criatura es perseguida para
destruirla. Le Fanu se basó en la legendaria historia de la hermosa Condesa Elizabeth
Báthory ("la Condesa Sangrienta") para crear a la bellísima Carmilla;
detalles como la descripción física de Carmilla, el oscuro carruaje en donde
pasea por la noche para seducir a sus víctimas, su tutora (madre o tía) muy
parecida a Dorotoya Csentens (Darbula), o que Mircalla fuera la última de su
dinastía maldita, ejemplos evidentes y similares entre historia real y
literaria, al igual que el lesbianismo o bisexualidad de los personajes real y
ficticio, o la aparición del gato en ambos casos, ya que se decía que en el
Castillo de Elizabeth Bathory había un ejército de diabólicos gatos negros que
ella conjuraba, y adquiriendo, según se cuenta, la forma de éstos para atacar,
tal como hace Carmilla. Hay que hacer hincapié en el aspecto físico del
personaje real y el literario: dama perteneciente a la alta nobleza, muy alta y
con un elegante porte que roza la melancolía, pelo exquisitamente largo y
negro, grandes ojos felinos llenos de misterio y muy negros, boca roja sensual
y menuda, manos largas como agujas y piel blanca.
Por mi
parte yo estaba muy entusiasmada por tenerla en casa y poder convivir con ella
en cuanto el doctor lo permitiera. Tal vez para ustedes, que son gente que vive
en comunidad, no sea comprensible la importancia que tenía para mí la aparición
de una nueva amiga, en las condiciones de soledad en las que vivía…
Fragmento
de CARMILLA.
ACERCA
DEL AUTOR:
Joseph Thomas Sheridan Le Fanu (1814-1873) nació en
Dublín y fue autor de múltiples cuentos de terror y novelas del género gótico.
Su narrativa se caracterizaba por su
elegancia en la prosa. La más famosa de sus obras es sin duda: Carmilla, que se
convirtió en un patrón literario para muchos trabajos del género vampiríco. Le
Fanu muestra una especial sensibilidad para discernir la compleja psicodinámica
del vampirismo, y con frecuencia se cita a Carmilla, como la primera expresión
literaria en la que se asocia el amor homosexual con la situación vital de los “no
muertos”. Carmilla apareció públicada
por primera vez en 1864.
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