Mi experiencia en el Libro Rojo
En esta ocasión quiero compartirles mi experiencia como
miembro del LIBRO ROJO, a un año de haberlo inaugurado. Porque no todo ha sido
miel sobre hojuelas, como suele decirse. En los primeros meses de vida del
blog, yo era una espectadora y una lectora más. Veía como mis compañeras, Ale y
Karla, grababan sus primeros videos, los editaban y estaban en busca de mejores
opciones para ofrecer. Creo que por aquellos días, mi principal función era más
“apoyo moral” que otra cosa; y estaba satisfecha con mi papel, porque las
notaba muy entusiasmadas y llenas de ideas literarias. Sin embargo, poco a
poco, fui colaborando en algunos videos, en esto y aquello, hasta que
finalmente, un día, fui cordialmente invitada a participar activamente en este
blog, haciendo lo que mejor se hacer, escribir. O al menos, eso creía yo cuando
acepté; porque no es lo mismo escribir un cuento, darle forma a partir de una
idea que traes rondando en la cabeza, pensar en
quienes serán tus personajes, caracterizar nuestras obsesiones; que sentarse a escribir
un artículo sobre la reseña de una película o de un libro, el lenguaje
empleado no es el mismo. De pronto,
tenía la página en blanco y no sabía cómo iba a llenarla.
En
una palabra, EL LIBRO ROJO, ha sido todo un reto; el cual estoy contentísima de
haber aceptado, porque me ha permitido explorar espacios lingüísticos que no
esperaba, además de aprender un montón de cosas de mano de mis compañeros,
desde tecnicismos hasta cómo regatear cuando vaya a San Juan de Dios (mercado
altamente popular aquí en Guadalajara). Si alguien por ahí, piensa que llevar
un blog sobre temas literarios es aburrido, no tiene ni idea del asunto. Yo al menos, me he reído como loca, desde grabar los
videos, asistir a las reuniones, buscar información para escribir los
artículos, y un largo etcétera. Y espero que ustedes, como lectores de este
blog, también hayan pasado buenos ratos en nuestra compañía.
Como
ya se habrán dado cuenta, cada uno de nosotros tiene sus propios temas de interés,
y yo no podría ser la excepción. Los vampiros están en el primero lugar, desde
cuentos, novelas, películas hasta el hecho de estar escribiendo una novela
donde el personaje principal es precisamente un vampiro. Pero también disfruto mucho leyendo novelas históricas, o
cualquier texto escrito por Saramago, a quien admiro profundamente. Estas
pequeñas obsesiones, se han visto reflejadas en los artículos que he escrito
para el blog, y seguramente continuarán así en el futuro; así que esperen más
colmillos y litros de sangre en próximos artículos. Aunque también tengo planeado explorar nuevos
territorios literarios y hacerlos participes de esto, con algunas reseñas de
libros que estoy leyendo o por leer.
Sin
más por el momento, me despido de ustedes, esperando que continúen con nosotros
un año más.
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