Capítulo
4. Sombra
Fiestas y amistades,
compromisos y sonrisas… mundos falsos e hipócritas. Mi padre parecía no
entender como me sentía, sus palabras siempre eran en favor de “los más necesitados”,
decía que quien tiene mucho está obligado a dar de regreso. Y por lo visto
nosotros teníamos demasiado, porque el número de eventos sociales a los que
éramos requeridos sobrepasaban los días del mes.
Esa noche no era la
excepción, allí estaba delante de esa multitud de gentes que habían asistido
con el deseo oculto aunque unos no tanto, de que mi padre les proporcionara
ayuda económica. No era una experta, pero ¿podía llamar a esa gente amigos? Mi
padre así los llamaba, pero yo no estaba segura de ello.
−¿Puedo irme temprano? –le pregunté
a Don Richard esa noche.
Me sentía cansada, había
asistido a cuatro fiestas esa semana, ninguna en la que pudiera decir que había
disfrutado algo, sonreír sin tener ganas de hacerlo hacía doler la quijada.
−Da una vuelta primero y
saluda a quienes nos invitaron –fue la respuesta de mi padre.
Lancé un suspiro, sabía que
no me libraría tan fácil, sin embargo no tenía ninguna intención de permanecer
allí. Quise buscar rápido a los anfitriones, que vieran que había asistido y
tal vez perderme en el jardín, antes de regresar a casa. Alce la mirada entre
las muchas personas que ya se habían dado cita en la fiesta, mis ojos peinaban
el lugar, entre más rápido hiciera los saludos correspondientes más pronto
podría salir de allí. Mientras mis ojos veían el desfile que parecía interminable
de caras unas conocidas otras no tanto, alcancé a ver a aquel hombre de hacía
unas semanas, aquel a quien casi había atropellado al salir de prisa. La visión
sólo tardó unos segundos y después ya no lo vi, pero aquello me desagradó.
°°°
Llegué a mi casa antes que
mi padre, había logrado escabullirme de la fiesta, no me sentía a gusto
pensando en aquel hombre. ¿Era conocido de alguien? ¿Quién lo habría invitado?
No acostumbraba pasar mucho tiempo en las redes sociales, podía ver como se
creaban muchos problemas de cosas insignificantes. Pero tenía esa curiosidad de
saber si alguien tenía de contacto a ese
hombre.
Entré a ver las fotos que
habían subido de las últimas reuniones, en algunas me habían etiquetado, me
veía mal en muchas de esas fotografías, di un resoplido, esa foto del miércoles
estaba con la cara de hastío. Lamentaba que esa sensación hubiera sido
capturada por una lente. El amarillo no era mi color, moví el dedo y pasé a la
siguiente, allí estaba de nuevo con esa cara. Tendría que aprender a mantener
la sonrisa durante todo el tiempo o cuidarme de que no me tomaran fotos,
al menos el vestido verde era mejor que
el amarillo, seguí pasando las fotos en que me habían etiquetado. Del último
mes se encontraban cerca de cien.
Pasé con desgano de una foto
a otra, cuando en el fondo de la imagen número veinte vi detrás de mí al hombre
que había visto esa noche, eso me sorprendió un poco, esa pertenecía al día del
cumpleaños de mi papá. Pero eso no podía ser, había sido tomada ese día, cuando
recogí el reloj.
Me regresé y dejé de mirar
mis caras y lo que llevaba puesto para poner atención a la gente que me
rodeaba, en casi todas las fotos estaba ese hombre, ¿cómo? Nunca me había percatado de su presencia, esa
noche era la primera vez que lo vi entre los invitados, pero era evidente que
no había sido la primera vez… de prueba estaban las fotos, eso quería decir que
en cada una de las reuniones había estado presente.
En 64 fotografías tomadas en
15 eventos distintos aparecía él. En todas ellas atrás de mí, o a unos cuantos
metros, en ninguna se le veía sonriendo, siempre con esa expresión adusta, pero
la expresión era lo de menos ¿qué significaba? ¿por qué estaba allí?
Busqué si en alguna de las
fotografías alguien lo había etiquetado, pero no tuve suerte, me había pasado
hasta altas horas de la madrugada revisando los contactos de mis amigos pero
nadie lo tenía como contacto, ¿quién rayos era ese hombre? ¿Y por qué parecía
estar siguiéndome? ¿Estaría realmente siguiéndome o era una coincidencia que
hubiera estado en esos eventos? La cabeza comenzó a dolerme, apagué la computadora,
giré mi cabeza hacía todos lados, tenía esa sensación de que si había estado en
esos eventos podría estar en ese mismo momento junto a mí.