Escritura aún sin inspiración.
Para
nosotros como escritores tenemos muchas facetas, la que todos decimos o nos
gusta presumir es cuando escribimos cuando nos llega la inspiración. Pero no
todo lo que escribimos es de esa forma.
Estando
en un taller de escritura, muchas, pero muchas veces se tiene que escribir sin
inspiración, y peor… en algunas ocasiones se tiene que escribir bajó presión.
Nos dan fechas límites, una semana para escribir un cuento, una semana para
escribir un capítulo, unos días para escribir una poesía.
Difícilmente
llamamos a la inspiración cuando estamos contando los minutos que nos quedan
para escribir y terminar una consigna. Muchas veces se hace de forma mecánica,
escribir por escribir, llenar las hojas, y tratar de crear algo sin tener ese “toque
del ángel”, sin que la “musa” llegué a regalarnos ideas.
En
lo personal me ha sucedido muchas veces, a diferencia de una idea genial o parte
de la historia, lo único que llega a mi cabeza son este tipo de frases: “¿de
qué escribo?” “No tengo idea de que
poner”, “no siento que el personaje haga eso”, “creo que no sé cómo llegar a
donde quiero”. Esos son momentos muy
frustrantes.
Hay
veces que estando en el rush de
adrenalina por completar una consigna, la musa se apiade de nosotros y nos
llegué un destello de inspiración para poder llenar las páginas, pero hay veces
que eso no ocurre.
¿Cuál es el resultado?
Bueno
este varia, muchas veces lo que se escribe bajo presión, son cosas que no valen
la pena, hemos escrito algo para salir del paso, algo literalmente censurable,
algo digno de un bote de basura, sin embargo también me ha sucedido, que algo
que escribí a prisas, sin inspiración y sin más motivo que cumplir una
consigna, es algo que les gusta a todos… aunque por lo general, algo escrito de
esa forma, no es del agrado de los propios autores.
Esto
sucede, porque creo que como escritor te guste lo que escribas, tienes que
escribir mientras estás a gusto escribiendo, si escribes un drama, tienes que
sufrir junto con el protagonista, si escribes miedo, tienes que sentir el temor
al estar escribiendo, si escribes romance, tienes que emocionarte. Un escritor
transmite lo que siente al momento en que está escribiendo, y para llegar a una
emoción no es fácil hacerlo si estás apurado escribiendo. La sensación que
darás será de apuro más no quizá la que transmitirías escribiendo con un poco
de inspiración.
Por
eso es que autores como Vargas Llosa, se implementa la disciplina, escribir
todos los días de tal a tal hora, él mismo sabe que no todo lo escrito en esas
horas valdrá la pena, pero como dicen, si llega la inspiración que al menos te
agarré con la pluma en la mano. Además de que “la práctica hace al maestro”.
Una persona que escribe mucho así sea por consignas, escribirá mejor que
alguien que nunca lo ha hecho.
Como
en todo, esa es la parte que nos quieren enseñar los maestros de talleres,
nuestros escritos ideales son aquellos que queremos escribir en medio de una
nube de inspiración, junto a la musa y el ángel en nuestras cabezas… pero por
desgracia la situación ideal pocas veces se puede lograr.
Escribir
bajo presión, es más parecido a nuestros escritos reales, porque incluso los
escritores profesionales tienen que cumplir fechas límites, es por eso que esta
forma de escribir se convierte en nuestro día a día.
Allí
es cuando entiendes lo que se dice “El talento es 1% inspiración y 99% esfuerzo”,
los libros aún de los escritores más talentosos, fueron hechos tal vez la idea
principal por inspiración, pero el resto del libro escrito bajo presión, por
disciplina y en algunas partes tal vez incluso obligación.
Así es. Mas sudor que inspiración, como en otras disciplinas.
ResponderEliminarLos biógrafos de Dostoyevski, dicen que él escribió "El jugador", bajo la presión insoportable, del que hace algo por la paga, para poder sobrevivir.