“El
rayo pegó dos veces en el mismo sitio”
Por
segunda ocasión en la vida de este blog,
nos detenemos a reflexionar, sobre
lo que está pasando en México, como escritoras de este país, estamos
conmovidas y nos unimos a las oraciones por nuestros compatriotas así como al grito de #FuerzaMéxico
A
tres días del terremoto en México, la situación se ha desbordado por muchas
partes, la información o mejor dicho la desinformación, se ha vuelto uno más de
los problemas a resolver.
En
1985, hace 32 años, la población que vivía en la ciudad de México, fueron los
guerreros, los que salieron a las calles a recoger escombros, a rescatar sobrevivientes,
a sacar cuerpos, a luchar por la ciudad que herida seguía dando muestras de
vida.
Aún
hoy, al ver ciertos videos y testimonios de quienes vivieron ese suceso, te
hace quebrar la voz y sentir que la piel se enchina por esas historias… sin
embargo, al resto del país, las noticias que llegaban estaban monopolizadas, y
me temo, que manipuladas también, por la principal televisora del país “Televisa”.
En
estos momentos, la monopolización de la información, no es lo preocupante,
ahora es lo contrario, la gran cantidad de datos y la indiscriminada forma de
compartirla, sin antes verificar las fuentes. Y ha rebasado a las autoridades, que no salen
a dar “versiones oficiales”; tal vez, por temor a que la gente los desmienta, o
el por el simple hecho de equivocarse al dar alguna cifra equivocada.
En 1985.
* Había poca información, y la que
llegaba era manipulada por Televisa, mientras que los rescatistas hablaban de
cifras elevadísimas, tanto la televisora como el gobierno dieron cifras
pequeñas, hablaban de 10,000 muertos cuando hubo miles de edificios caídos,
entre ellos bastantes multifamiliares, rascacielos, escuelas, hospitales… la
cifra ni siquiera hacía lógica, para una ciudad de millones de personas.
* La poca participación del gobierno o
del mismo ejército, que se vio más como impedimento para los ciudadanos que se
habían volcado a las calles a remover con sus manos los escombros.
* La importancia de celebridades, que
viajaron hasta la ciudad de México para ayudar en las labores de rescate, como
fue el caso de Plácido Domingo, que al ir a ayudar a sus propios parientes en
multifamiliares de Tlatelolco desplomados, lo que atrajo la atención de los
medios y por lo tanto la atención de la ayuda y rescatistas.
* Monchito, el niño fantasma, una parafernalia
mediática de parte de Televisa, a un supuesto niño enterrado y que casi dos
semanas después de estar entre ruinas, clamaban seguía con vida. Al final, en
la televisora dijeron que no encontraron el cuerpo, mientras que otros medios
como la prensa, aseguran que el cuerpo se encontró y estaba calcinado, o sea,
imposible que se hubiera podido comunicar con ningún rescatista.
* Después del terremoto, la prisa por “barrer
por donde ve la suegra”, para dejar la ciudad “presentable”, para el mundial de
futbol 1986.
Sé
que los datos son escuetos, pero a grandes rasgos es lo que sabemos de esa
terrible tragedia de hace 32 años, y mientras vemos cómo se ha desarrollado la
situación a partir del terremoto del pasado martes 19-s, podemos deducir que
esa información se quedó corta, que ocultaron datos y que la destrucción fue
mayor a la “versión oficial”.
En 2017.
* El temblor es grabado en tiempo real,
lo mismo que el colapso de varios de los edificios, los celulares se
convirtieron en un medio de difusión masivo, que a los pocos minutos estaba
disponible en las redes sociales.
* Las redes sociales, han ayudado, pero
también han sometido (como sucede con cada acontecimiento) a las personas a una
gran cantidad de información sin corroborar y a la desinformación sobre algunos
asuntos.
* El caso INE y los fondos de campañas
políticas. Las redes han funcionado como un detonante tanto en algo bueno que
es exigir al gobierno que el dinero destinado a las campañas políticas se
utilice para reconstrucción, pero al mismo tiempo se ha satanizado la
institución que regula a los partidos políticos, sin recordar, que el INE no
puede actuar cómo se le antoje, sino que tiene que seguir leyes.
* El caso de los topos, hay una
asociación de brigadistas que surge en 1985, reconocida mundialmente, pero a la
par surgió otra, guiada por un rescatista que aprovechando las redes sociales,
se ha dedicado a hablar mal del grupo reconocido de los topos… y la gente, sin
corroborar, ha iniciado una campaña de desprestigio a quienes están ayudando a
rescatar personas y cuerpos.
* El caso “Frida Sofía” del circo
mediático de Televisa, una supuesta niña enterrada en las ruinas de la escuela
Rébsamen, que se derrumbó, misma que después de casi 20 horas enfocados en el "rescate", fue anunciado al público que dicha niña no existía, para recordarnos al niño Monchito de hace 32 años. Además le sumamos que en el lugar, cierto
productor de novelas de Televisa, estuvo siguiendo (o dirigiendo el circo), enfundado en un uniforme de
policía, desde puntos donde la prensa no tenía permitido acceso.
* Vecinos, denunciando en redes sociales
que el gobierno meterá después de 72 horas maquinaria pesada, alegan que aún
hay sobrevivientes entre los escombros y que las autoridades están ocultando
información.
* Edificios al punto del colapso, con gente atrapada dentro, olvidados por los
rescatistas, ya que están dando prioridad a los edificios destruidos.
* El caso “gaviota”, donde la primera
dama, está robando las donaciones de la gente para “pararse el cuello”, al tomar
estas donaciones y llenar con ellas cajas marcadas con la leyenda “DIF Nacional”.
Y
los puntos podrían seguir y seguir… porque en esta ocasión lo estamos viviendo
y hay más información, a veces difícil de clasificar, en si es cierta o no,
pero que a diferencia de hace 32 años, no hay monopolización de datos y que, nosotros podemos tomarlos para investigar, nuestra recomendación es ver la información, corroborarla con distintos medios (prensa local, nacional e internaciónal; redes sociales como facebook y twitter, televisoras 'aunque una de ellas sea Televisa', programas de radio o de streaming, como es el caso de Carmen Aristegui, o bien, contactos directos que estén viviendo en estos lugares y más aún, si se conoce a alguien que esté ayudando como rescatista o brigadista), mientras más fuentes se chequen será más fácil, ya que esto nos ayudará a dilucidar cuánta
de esa información es verídica, y así podremos darnos una idea más clara de lo que en realidad está pasando en los lugares afectados
Sin
embargo, hay algo que queda claro, este tipo de sucesos dejan relucir el cobre,
los ciudadanos muestran su mejor cara, su lado más humano, mientras que los
dirigentes, muestran su lado más mezquino y cruel.
Yo
me quedo con la solidaridad de los ciudadanos, con la empatía generalizada del
mundo entero, con las manos que sobran, con los donativos hechos con el
corazón, con los caninos que ayudan a recatar personas enterradas, con la ayuda
internacional, con la respuesta de los mexicanos y con los cantos de "cielito
lindo" y el himno nacional, entonados por rescatistas, soldados del ejército,
voluntarios y brigadistas.