Me
detuve a pensar en si debía o no reseñar la segunda temporada de la serie
original de Netflix, puesto que el libro sólo abarca lo que fue la temporada
uno.
¿De qué trata?
Mientras
que la primera temporada, está dedicada a las consecuencias del suicidio de
Hannah, en esta temporada, la historia ronda alrededor del juicio legal, por la
demanda que han colocado los señores Baker, padres de Hannah, y las
complejas relaciones que los muchachos de la escuela Liberty han mantenido
entre ellos después del cierre de la primera temporada.
Trama:
Ya
había expuesto antes las diferencias entre el libro y la serie, y que de esas
veces en que la serie es mucho mejor, pues su narrativa permite el desarrollo
de los personajes a mucha profundidad.
Mientras
que, en la primera temporada, retoman la idea del libro de las cintas de
cassettes, en esta ocasión el elemento que aparece son fotografías instantáneas,
que son dejadas en el casillero de Clay y que desata un nuevo misterio, ya que
al reverso de la primera que recibe tiene un mensaje un tanto encriptado “Hannah
no es la única”.
La
historia va transcurriendo entre los pasillos de la escuela, la corte, donde se
lleva a cabo el juicio, y las casas de los personajes.
En
esta ocasión vemos el resultado del intento de suicidio de Alex, vemos a un
muchacho que ha quedado lisiado, con pérdida de memoria y más problemas
fisiológicos que se convierten en un tema central de la historia.
Vemos
también, que Hannah, mantuvo muchos secretos, con cada uno de los personajes
que estuvieron involucrados en las cintas, mismos que al ser descubiertos
impresionan de forma negativa a Clay, quien, mientras sigue enamorado de
Hannah, ha iniciado una relación con Skye, pero la cual no puede concretar por
ese sentimiento que lo abruma.
Alguien
quien también sufre por todo lo sucedido es Jessica, ya que está aprendiendo a
vivir como victima de asalto sexual, lo cual la ha colocado en una muy mala
posición dentro de la escuela, al mismo tiempo que no desea hablar con Justin, también
su mundo se revuelve cuando lo ve regresar.
Por
otro lado, vemos como el asunto del Bullying en la escuela, no ha parado, sino
por el contrario, se ha visto recrudecido, y los citados a declarar en el
juicio se ven amenazados por “alguien”, quien ellos consideran es Bryce, ya que
a todos les dan avisos de “Mantén la boca cerrada”, y uno de los más
perjudicados es Tyler.
Continua
la redención de Zach, quien descubre un secreto muy importante en la corte, al
mismo tiempo que la escuela parece haberse vuelto protectora de Bryce.
Opinión.
Creo
que la historia sigue consistente al sentimiento del libro, aunque podemos ver
que están utilizando la serie como una plataforma de denuncia y para tratar
temas que hasta hace unos años eran tabú en la televisión. Esto es evidente, ya
que al inicio y al termino de cada episodio aparecen enlaces para momentos de crisis y hay una
petición constante por parte de los actores que se acerquen a pedir ayuda.
El libro,
aunque ya es oscuro por la situación que maneja, no deja de ser un libro para
adolescentes, y se nota en su narrativa y en la forma en que expone los
problemas, sin embargo, la serie se ha apartado en este sentido, puesto que
toca las situaciones de forma mucho más cruda, y creo yo, con más madurez de la
que debería dirigirse a un adolescente.
La
serie sigue siendo fuerte, porque no sólo toca el tema del bullying, suicidio y
el asalto sexual, sino que lo expande a temas como drogadicción, corrupción,
problemas de ira, depresión, manejo de armas, infidelidad, e incluso a algo de
locura.
Y
tal como avisan al inicio de la temporada, si padeces algún problema de ese
tipo, te sugieren que lo veas a discreción y con guía. Yo me uno a la misma, la
serie no es para cualquiera, ya que puede herir suceptibilidades, aunque la
intención es evidente, que es buena, creo que hay ciertos tópicos que se deben
manejar con mucha sensibilidad.